El día domingo 2 de octubre tuvo lugar un encuentro fraterno entre nuestra comunidad del Real Convento de Predicadores y la comunidad de monjas dominicas del Monasterio de Santa Catalina de Siena. Allí, entre aplausos y abrazos, las hermanas nos recibieron con toda su alegría y hospitalidad.

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Después de intercambiar saludos, sacar la respectiva foto para el recuerdo y recorrer el amplio y hermoso jardín del monasterio, pasamos a saludar a las hermanas que permanecen en las estancias de la enfermería conventual.  Posteriormente, el encuentro continuó en torno a una abundante y exquisita comida preparada por las monjas.

El ágape fue la antesala para un momento más formal de presentaciones en el que cada uno, tanto los frailes como las monjas, compartimos un poco acerca de nuestras historias vocacionales. Sin duda, este momento fue enriquecido con el testimonio de vida compartido por muchas de las hermanas; testimonios cargados de una profunda gratitud para con Dios y para con la Orden, de una honda vivencia espiritual, de una gran sabiduría y, sobre todo, de mucha alegría.

Nuestra visita a las monjas finalizó en la Iglesia del monasterio, en la que compartimos con ellas la oración de Vísperas, a lo que le siguió un momento de adoración eucarística en el que todos dimos gracias a Dios por la fraternidad y por nuestro carisma dominicano que nos hermana y que aúna nuestros esfuerzos en la labor evangelizadora. Poco antes de salir de regreso, pudimos intercambiar algunas palabras con la Priora Federal de la Federación de la Inmaculada, de la que forma parte el Monasterio.